El sol no ha salido aún, pero aquí estoy, en la hora mágica, contemplando el espectáculo.
La refinería de Castellón se interpone entre mi cámara y el Mediterráneo, incluso la estela de los aviones parecen querer sumarse a los inconvenientes.
Pero no, el hombre no lo consigue; hoy la cámara consigue extraer de la naturaleza este segundo mágico, este pictórico momento que comparto con vosotr@s.
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