



Ya que tenía el juguetito recién comprado en mis manos y aprovechando que yo, con una cámara en las manos, soy como una mosca cojonera, y puesto que ellas ven la vida algo así como ahora vosotros veis estas fotos, decidí disparar sin parar y ver qué ven -las moscas, claro-.
El modelo de la foto piensa que soy un pesado, pero ¿acaso no lo son también las moscas? Pues eso.
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