Quiero protestar -es lo que nos queda a los que no somos nada para quienes nos dirigen- por la desaparición de la emisión de TV3 en la Comunidad Valenciana.
La Generalitat Valenciana permite la emisión de cualquier canal ilegal (alegal) local, pero desde el jueves pasado, y gracias a las abusivas multas impuestas a quienes permitían la emisión de TV3 desde hace 26 años me/nos han dejado sordos, ciegos y mudos.
En estos tiempos duros y tristes en los que la basura mediática se ha adueñado de la parrilla, los programas de TV son bazofia y te la tienes que tragar a diario, las cadenas autonómicas son reconvertidas en el Nodo de quien ¿gobierna? la provincia, etc. uno tiene que buscarse la vida si quiere ver ocasionalmente algo decente de TV. En estos duros tiempos, que te impidan el visionado de algo tan asentado en Castellón como es TV3, es sencillamente inaceptable a estas alturas del 2011. Incluso el artículo 27 de la Declaración de Derechos Universales dice que "Toda persona tiene derecho a tomar parte libremente en la vida cultural de la comunidad, a gozar de las artes y a participar en el progreso científico y en los beneficios que de él resulten". Digo yo que si nos vienen los dirigentes políticos con decisiones tan anacrónicas, subjetivas, partidistas, arbitrarias, en definitiva, estúpidas como la del cierre de las emisiones de TV3 en la Comunidad Valenciana mal encaminados vamos para conseguir vivir en una sociedad libre, justa y digna. Si este es el futuro que le aguarda a nuestros descendientes, bien haremos en ir buscando nuevos lugares donde asentar nuestro futuro.
Una decisión injusta y fascista de unos políticos que deciden por mí.
Seguiré con este tema pero otro día, pues no es mi intención enrojecer de vergúenza a todos los votantes del PP de la Comunidad Valenciana manifestando mi disconformidad ante decisiones tan rematadamente burras de sus dirigentes autonómicos. Estoy seguro que muchos de ellos no están tampoco de acuerdo con esta decisión tan desacertada y objetivamente nauseabunda. Quizá piensen que es cierto el refrán ese que dice "donde manda patrón no manda marinero" y no tengan/quieran/puedan decir nada al respecto, pero es que esto que ha ocurrido es en la vida real, no es un mal chiste que lo cuentas y a nadie le hace gracia porque no la tiene, o un simple refrán que zanja cuestiones sin llegar a enfrentarse a ellas. ¿Alguien puede pensar que es lógico en la España del siglo XXI impedir a terceras personas la visión de lo que esas personas han decidido libremente ver? Igual la siguiente medida del gobierno valenciano es cegar la vista con un sable al rojo los que continúen por medios alternativos -que los hay, espero- con el visionado de TV3.
En fin, las miserias de un triste rincón del país.
Y la oposición desaparecida, ni se le oye ni tampoco se la espera. Lo dicho, unos miserables vividores todos.
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