04 septiembre 2006

Estambul - Gran Bazar


Hace pocos días estuve en Estambul.
Dejando de lado el tema aviones y vuelos turbulentos, solo puedo decir que es uno de esos lugares que deben ser marcados en la agenda para ir por lo menos una vez en la vida.
Podría dejar de lado también otras cosas, como por ejemplo la cantidad desbordante de turistas extranjeros -yo uno más de entre ellos- o el precio abusivo del menú del hotel -en comparación con los precios "de calle"-etc... Sin embargo, mi veredicto final es muy positivo; durante unos días lo olvidas todo y te retrotraes a un pasado con tintes mágicos orientales. La ciudad consigue mostrar lo mucho que esconde tras las piedras de sus mezquitas. El bullicio mercantil del Gran Bazar te envuelve y si consigues entrar en el juego del regateo, te atrapa.
El corte longitudinal que marca el tranvía uniendo las partes imposibles de Estambul se convierte en el eje sobre el cual gira la mayor parte de tus recorridos diários. Los puentes que unen la ciudad antigua con la nueva bullen de actividad; restaurantes repletos, cafés -o mejor decir teterías-para pasar la tarde cerca de una cachimba, puestos callejeros que ofrecen mil y una bagatelas...
Y subiendo por las callejuelas de la parte moderna con la lengua fuera, hasta encontrar Istikal Kadesi, pasando frente a la torre Galata y parando para reponer fuerzas en un autentico bar de tapas madrileño situado a su lado, las tardes de este verano han sido definitivamente distintas.
Quedan también en el recuerdo los paseos en barco. Alejandote de la ciudad y navegando por el Bosforo hasta su desenbocadura en el Mar Negro navegamos las mismas aguas -bueno, las mismas no- que aquel Jason mitológico y sus compañeros de novela. Me quedo sin conocer las islas Principe y supongo que muchas otras cosas que dejo para la imaginación.

14 agosto 2006

Definiendo el blog para ver hacia donde lo llevo

Hola a tod@s.
Reconozco que soy nuevo en esto de los blogs o como se llamen y que no tengo nada de experiencia en el asunto.
Supongo que para que esto funcione se trata de ser original, constante, metódico, comprometido, sincero y varios adjetivos más que me lleven directamente a captar el interés de alguien -si puede ser que no sea exclusivamente el de mis padres- para que el ánimo no decaiga y acabe convirtiendose esta página en una de tantas de las que viajan perdidas y sin rumbo por la red.
Supongo también debe ser bueno ir al grano y no alargar innecesariamente estas líneas porque ya se lo que ocurre cuando te sientas frente a la pantalla del ordenador y empiezas a leer rollos como este que nunca acaban y que además al escritor de turno se le ha olvidado la coma del teclado en casa del vecino, así que dejo aquí esta introducción que me sirve para calentar motores y ver como queda en el blog este texto y empiezo a entrar en materia pronto. Muy pronto.

Geometrías visuales