Hugo

Tres fotos para dar gusto a la familia.

Hace tiempo que no subo fotos, por eso, mirando las que hice ayer mientras daba una vuelta con mi bici, subo esta que no me parece mala, mala.

Tríptico - no sé cuantas van ya

Después de subir la entrada anterior y escribir lo que ahí hay, más para convencerme que por convicción, he pensado que aún hay una última posibilidad -penúltima, más bien, la última es pensar en otro cuadro totalmente distinto- con esta composición. Es la que subo ahora, en la que ningún círculo corta el margen de cada cuadro, de tal forma que muerto el perro se acabó la rabia.
Menuda frasecita viniendo de alguien que ha perdido uno recientemente y aún no se ha recuperado del todo. De hecho, ahora mismo yo debiera estar paseando a Bilbo en vez de estar sentado frente al ordenador escribiendo estas tonterías y dejándolas al alcance de cuatro familiares, afines al blog, un habitual (sí, tú) y dos anónimos -a los que agradezco de todo corazón que pierdan su muy valioso tiempo con mis tonterías ocasionales.

Tríptico

Este cuadro (tríptico) no acaba de quedar listo para ser pintado.
Olvidé que las tres partes debían estar un poco separadas entre sí, de tal forma que la disposición de los círculos no iban a quedar bien resueltas estéticamente tal como las había dibujado en los bocetos anteriores.
Ahora, haciendo que cada círculo que se corta lo haga exactamente por su centro, queda bien la composición general de los tres cuadros porque la separación de cada cuadro convierte visualmente a los círculos óvalos, por lo que siguen siendo formas geométricas equilibradas, de tal forma que la separación de los cuadros no molesta.

Antes y después

Entre el antes y el después solo hay media hora de distancia, algo de aceite de oliva, orégano, un poco de sal, otro de pimienta, reposar y a servir.
Esos de la foto son los ingredientes que usé para mi último plato de pasta. La semana que viene haré otro distinto, con otros ingredientes y otro sabor.
Mi problema es que nunca repito el plato anterior, con lo que ni lo recuerdo, ni lo mejoro.
Soy cocinero de fin de semana, a veces me llevo el premio y a veces el abucheo de la grada. Hace poco compré una salsa de Sudáfrica en El corte inglés para preparar un plato de pasta sorpresa, ya vaya con la sorpresa; aún estamos corriendo alrededor de la mesa, sacando humo por la boca y con el estómago llorando por culpa de la letra pequeña que no leí del dichoso sobre de salsa. Una cobinación del auténtico Wasabi samurai, pimientos del piquillo picantosos y chile repicante del Mexico más profundo. Todo ello batido, mezclado, elevado a la enésima potencia y multiplicado por dos.
Un horror.
Menos mal que no invité a comer al jefe.
O quizás una pena.

Tulipanes

Podría mentir sobre la belleza de estas flores pero no tengo ganas.
Más que nada porque la fotografía la hice cuando ya estaban marchitando y no puedo, por más photoshop que sepa manejar, devolverles algo de vida.

Banco Central

A orillas del Mediterráneo se alzó durante años un complejo lúdico/coercitivo llamado El Carmen, lugar destinado al solaz y disfrute de los empleados del Banco Central Hispano.
Derribada ya la residencia principal, desaparecidos los más evidentes rastros de un pasado con tufillo franquista y convertido (aún sigue el terreno en manos privadas) en un complejo deportivo y en el futuro, según dicen, en una prolongación del paseo marítimo, algunos rastros de lo que aquello fue podemos aun detectar dando una vuelta por el exterior del recinto.

La foto corresponde a la antigua entrada del complejo residencial, construido por el Banco Central para premiar a sus mejores empleados. Y digo yo que mi empresa también podría tener detalles como esos, yo aceptaría de buen grado el servilismo y las ataduras que prebendas como esa me obligaran para con i empresa a cambio de una semanita al año con todos los gastos pagados. Eso suponiendo que yo sea uno de los empleados a premiar.
Que esa es otra.

Las ciudades invisibles

Calvino no vio esta foto, así que su idea para escribir las ciudades invisibles debió conseguirla de otra parte.

Hugo

Prometo no subir muchas fotos de Hugo, pero es que esta me ha salido bien y creo que no desmerece lo que ya he subido hasta ahora.

Tres trípticos, tres

Tríptico - 03

Original

Opción de colocación

Esta es la última prueba que hago.
Ahora toca pintar el trípticolo a tamaño real. Lo peor es que no se me ocurre cómo hacer la trama de líneas de forma que estas sean lo más rectas posibles.
Si, ya sé que la solución es pintar de forma que las líneas me salgan lo más rectas posible, sin embargo eso no deja de ser un juego de palabras que me deja sin la respuesta que busco.

Un rayo de esperanza...

...para la cerámica española.

Es un juego de palabras porque eso que se ve debajo del arcoiris es la fábrica de Keraben, y como resulta que el sector anda algo pocholín, pues eso, que se me ha ocurrido dar un toque de humor con el título.

Tríptico - 02

Original

Opciones de colocación

Sigo dando vueltas al cuadro este de los troncos y las copas de los árboles.
He reducido el grosor de las líneas verticales, ampliado el número de líneas que forman la textura de las copas (ramas) y soltado un poco el trazo.

Celaya

Me ha hecho gracia descubrir que Gabriel Celaya se llamaba en realidad Rafael Gabriel Juan Múgica Celaya Leceta Cendoya.
Supongo que se cambió el nombre para simplificar la vida de los estudiantes de literatura.
Todo un detalle por su parte.

Subida al Bartolo

Se acerca el buen tiempo, las flores del almendro así lo indican, las últimas lluvias han humedecido las sendas y en la cima, un héroe ciclista, consume un bocadillo admirando el paisaje, o lo conseguido.

El camino

Amanece en la ciudad

Fotos sin mérito, pues todos los días amanece.

Humilde Circuito

El domingo por la mañana este circuito de carreras se llena de gente para probar sus coches... teledirigidos. Una afición que ayuda a combatir el tedio del fin de semana, en una capital de provincias donde nunca parece que ocurra nada.

Perfil de Castellón

La niebla

Tristeza

O melancolía.
Algún día la primavera llegará.

Juego de sombras

Ocho de la mañana en una carretera tranquila.
La chimenea de una antigua fábrica -o pozo extractor de agua, vete a saber-, proyecta la sombra que el sol, detrás de ella, le cede.

Un hombre solo, solamente un hombre

Tríptico

Original



Alternando las esquinas

Un proyecto en el que ando metido.
Son tres cuadros, pintura geométrica, pocos colores.
La idea surge de la verticalidad del tronco de los árboles y el círculo de sus copas.
El encargo es de alguien relacionado con la madera.
Aún estoy estudiando el tema.

¿Pintura?

El mes de enero suele ser para mí el más intenso del año en cuanto a trabajo. Cevisama, la feria internacional de cerámica, se celebra a principios de febrero en Valencia y durante ese mes solo vivo para trabajar.
Este año parece que el resultado ha sido satisfactorio para mi empresa.

En esta entrada subo cuatro fotos en las que aparecen unas bailarinas que trabajé para la ocasión. Cuadros cuya técnica podría llamar pintura digital, de 3x1,5 metros.

El tema de las bailarinas no me interesa demasiado (de hecho, en 40 años que tengo nunca había pintado ninguna), quizá porque todo lo relacionado con el folclore, aunque lo respeto, lo mantengo alejado de mi estilo; no soy torero, fallero, bailaor, etc.... Pero debo confesar que quedaron la mar de bien y que conseguí un efecto pintura muy interesante.