06 octubre 2011

Gran Vía

SP


La espera fiel


Venancio Linares, natural de Roda de Isábena, el pueblo más pequeño de España, marchó a la capital en busca de fortuna, afortunadamente la encontró después de no pocos vaivenes que la vida le ocasionó.
Aficionado a la química desde que en su juventud su padrino le regalara un juego de quimicefa, pronto aprendió a experimentar. Con el tiempo y los estudios pronto se especializó en transparencia e intensidad lumínica, motivo por el que fue contratado por los laboratorios Truñón, situados cerca de Recoletos, donde pasaría la mayor parte de su vida
El hecho más destacable de su breve biografía ocurrió en 1967 cuando don Venancio fue inesperada noticia de primera plana en todos los diarios, especialmente recordada es la atención que le dedicó durante un tiempo el semanario Arriba, dedicándole toda la segunda página al incidente que provocó las secuelas que arrastró el resto de su vida y que le otorgaron fama mundial, alentada esta por la maquinaria del Generalísimo, quién necesitado de noticias quasicientíficas para su nuevo plan quinquenal hizo del pobre Venancio centro de las esperanzas de un futuro mejor para España.
El caso cierto es que una fortuita explosión en el laboratorio mientras don Venancio Linares experimentaba con ciertos ingredientes, le provocó una invisibilidad permanente que puede apreciarse a simple vista en esta fotografía que adjunto de muestra en la que aparece El señor Linares junto a su can Dado, un nombre muy adecuado para este perro dado el gusto por los juegos de azar que demostró su dueño cuando casi gana el primer premio de la primitiva el 17 de octubre de 1985.
Ahora, en el otoño de su azarosa vida, descansa don Venancio jugando con el Dado.

05 octubre 2011

After/Before


Otra manipulación.
En este caso he saturado las luices, contrastado la imagen, centrado al sol y barrido de la playa a unos cuantos bañistas que me sobraban.

After/Before


Más manipulación fotográfica.
En este caso queda claro que he "borrado" de la imagen el acorazado Potemkin, de tal manera que ahora tenemos un paisaje idílico y almibarado, mientras que antes era bélica a más no poder.
Es broma, de verdad de la buena.
Solo he acentuado el color del atardecer, añadido una patina brumosa y cruzado los dedos para que no aparezca el listo de siempre enumerando los mil porqués de no manipular las fotos.
Creo que en este blog no hay una sola que no esté manipoulada, quiza sea el motivo por el que casi nadie me ve, no sé.

03 octubre 2011

After/Before


Motivos para la manipulación fotográfica.
El primero de todos es que durante el proceso fotográfico, pulsar un botón quizás sea el instante más importante y a la vez el más breve de todos. Por eso, para ampliar un poco esos momentos de disfrute, alguien se dio cuenta que los pixels de una imagen podían variar de uno en uno. Y en esas estamos ahora, jugando (y traspasando a menudo) la línea divisoria entre lo estéticamente permisible por el canon fotográfico y el "ya te has vuelto a pasar", producto de excesos a todas luces evidentes.
En este caso de una imagen que me dice bien poco paso a otra que no es que me hable y no calle, pero por lo menos ese mar ya me está interesando, el cielo debe volver a suavizarse un poco y del barco debería ser capaz de conseguir mayor información de la que ahora hay.
Pero ya es un paso.

Dos fotos de regalo




Postales del perdedor









Tienen estas imágenes más color que la vida real.
Lo que no está pintado en rojo es porque está corroido, lo que no es amarillo es sencillamente que está seco, lo que no está abandonado parece perdido igualmente. Todas las ciudades que nunca fueron a más, que se quedaron por el camino, ciudades que fueron frenadas en seco por la crisis, por espectativas que nunca se cumplieron, por el abandono o indolencia de sus dirigentes... acaban siendo como lo que estas fotos sugieren; postales del perdedor.
Quisiera ahora hacer la foto de los jardines, casas, piscinas, yates, etc. de todos aquellos que se beneficiaron durante los buenos tiempos, empezando por los dirigentes, alcaldables, regidores, etc. de estas mismas ciudades de las que hablo.
Tendría que desaturarlas, seguro, para no empalagarme.

Geometrías visuales