22 marzo 2012

Dibujando fotografías



Una muestra de mi trabajo aplicado a soluciones gráficas alternativas a las habituales en esto de la comunicación de producto.
En cerámica esto está aún poco visto.

16 marzo 2012

Plantas





La niebla





El tren de la segunda foto casi me hizo salir volando.
No me rozó pero su estela levantó vientos huracanados de componente norte que me hicieron zozobrar.
Yo estaba demasiado cerca, pero la foto (horrorosa, por cierto) era más importante.
Y ahora la reflexión; si ese tren me mata, mi familia hubiera pensado que yo me había suicidado, porque ¿Qué carámbanos hacía yo ahí si no es para lograr ese objetivo último?
Pues bien, retrocedo unos minutos antes de esa foto y me encontráis ahora conduciendo el coche hacia el trabajo y rodeado de niebla por todas partes. La niebla no es habitual por estos lares, no vivo en Londres siglo XIX, y el fenómeno altera bastante el paisaje habitual.
En este mismo blog hay más fotos de ese punto concreto de las vías del tren. El motivo de su presencia habitual aquí es que desde la carretera veo todos los días, allí lejos, debajo del puente las plantas que crecen al margen de las vías. No sé como se llaman esas plantas -soy un botánico analfabeto- pero me gusta verlas; las descubrí en los cuadros pintados por mi tío Juan, en las pelis de Sergio Leone y en mis paseos con Bilbo por el cauce seco (o casi) del río Mijares. Así pues, aprovechando que la niebla me iba a permitir plasmar ese paisaje aportando características nuevas, me desvié del camino, aparqué al borde de un aprisco y echando mano de la cámara del móvil -no llevaba encima otra y soy de los que están de acuerdo con que la mejor cámara del mundo es la que justo en ese preciso instante llevas encima- subí el montículo de piedras y empecé con la sesión fotográfica.
Que un tren pasara en ese preciso instante y yo lo fotografiara no entraba en mis cálculos, pero tampoco era una idea descartable y en fin, así fue como se convirtió en protagonista de esta entrada, incorporándose de refilón a la sesión fotográfica, levantando viento a mi alrededor cuando pasó junto a mí a poco más de un metro de distancia.
Pensando un poco en esto soy ahora consciente de lo fácil que es dejar de estar en este mundo por una soberana tontería. También de lo sencillo que es juzgar las acciones de los demás sin "necesidad" de conocer todos los hechos tal como ocurrieron. Por ejemplo, a veces lees en el periódico que ese loco se estampó a 180 km y dices ¡Qué loco!, sin saber que los frenos se le habían roto y la carretera iba de bajada.
Pues lo mismo con lo mío, la niebla, el tren y mi genuino despiste; un descuido fatal que me hubiera "suicidado".

Razas

Por cierto, me hace gracia que al buscar el nombre de razas de ovejas negras para ilustrar la entrada anterior, me he dado cuenta que todas las ovejas son iguales y que cuando aparece una de color negro en realidad es una variedad, no una raza de ovejas negras.
Y eso es algo que parece asentado.
Sin embargo con las personas seguimos empleando la fatalmente errónea palabra Raza para agrupar -más bien separar- por rasgos distintivos a las personas.
Que malos somos.

El agujero negro


Metáfora visual de la situación actual de este país.
Entre todos lo hemos convertido en un sumidero, cloaca, intestino, hogar de ratas...
¿Entre todos?
¿Qué he hecho yo para merecer esto?
Yo, que solo soy un pobre -nunca mejor dicho- asalariado con nomina mensual temblequeante.
No, los culpables son otros, y son muchos.
Últimamente me hablan de Islandia, allí se han podido más o menos tomar medidas contra los culpables, aquí el problema es que son muchos los culpables; muchísimos los beneficiados con la mirada hacia otra parte del gobierno y con la ayuda inestimable a cambio de beneficiarnos ambos de gran parte de la sociedad política. Los políticos en el poder nos venden la idea de que solo son unas pocas las ovejas negras.
MENTIRA.
Por poner las cosas claras, en este país todos los políticos son ovejas moras, alcarreñas, variedad negra.

El Fin de España


En este punto tan poco romántico acaba una de tantas carreteras que se dan de bruces con el mar, aquí acaba España y comienza el Mediterráneo; un mar que cuando lo navegas en balanceante velero compites en velocidad con botellas de cinco litros de agua flotando (dejo para otro día lo que me sugiere un contenedor de cinco litros de agua flotando sobre millones de litros libres), bolsas de plástico de Mercadona y otras tonterías con el sello inconfundible de la mano del hombre.
Volviendo a la foto, con tanto cartel y señal ¿qué tal una que diga algo así como "Encantados de haberle desgraciado la vida con falsas esperanzas, impustos por todo, despilfarro, un toque de mal gobierno y de mafia barata".

12 marzo 2012

Joy




Un montaje en photoshop a partir de dos pequeños trozos que los usé como punto de partida para imaginar cómo podría ser la decoración de esta serie cerámica.

Battlestar Galactica

Pocas series televisivas de ciencia ficción tan buenas hay como esta; Battlestar Galáctica (la del 2003 al 2007) es buena porque no renuncia a contar su historia con seriedad, tampoco renuncia al puro y simple entretenimiento y menos aún a la coherencia con unos planteamientos seudofilosóficos/religiosos que, aunque pueden no ser del agrado de todo el mundo, se mantienen y potencian a lo largo de las cinco temporadas. Quizás ese sea uno de los posibles problemas que impiden subir la nota a las 5 clásicas estrellas, y es el hecho de que la historia se centra mucho, (posiblemente demasiado) en esa lucha sin cuartel entre ¿humanos? y Cylons. De todas formas, y aún con ello, considero que es una serie muy digna, con unos personajes principales con los que empatizas desde el principio, unas tramas absorbentes, unos efectos especiales muy buenos -un hallazgo visual esos ataques de naves estelares rodados como con cámara a mano-... Podría seguir pero no vale la pena, la serie acabó hace ya unos años, se rodó Cáprica, una precuela que no funcionó en pantalla y unas películas, supongo que para TV que aclaraban muchos puntosy saciaban el hambre galáctico de los seguidores.
Por cierto, otro problema que detecté en su momento es que para ver Battlestar Galáctica y no perderte necesitas empezar por el principio (sí ya, de perogrullo), pero es que no hay que empezar a verla por el primer capítulo de la serie sino por las dos películas que hay a modo de precuela (dejando aparte Razor, que es otra peli ya avanzada la trama).

Geometrías visuales