![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjwNaOhS7JLcTRvdbJ6iuOL0Lep_Y63oFcsne8luNS6Tbocm552iiyy6yK36gxsO8f3OcPBX0qfK2dwNmhWKkKR3BavhBUmuJZkXc14lJhz7NU4hwOmH6719UEXBklBoN2FIOqqvA/s320/Pato+02.jpg)
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhXUvEvqsgGJHBbgzUaS_v_CK-zSnefTbeTgGb3EsDDUV2MTXK4WhNwmsCf_PXSEsMIRB5PUNXVps7XQC7ROI7pcMswFyTsxRDQlE7G0w1V0QcS01yAe68XO_1FpY9bsJ_k792x9A/s320/Pato+03.jpg)
Durante un rato estuve mirando al pobre patito para ver si era capaz de arrojarse al agua y seguir a la madre o si, por el contrario, permanecía en tierra firme, solo y desamparado, esperando a que ella se acercase a él.
Al final saltó y nadó hasta encontrar la seguridad que su madre le ofrecía.
Una historia conmovedora, más sobre todo si estás presente para observarla en todo su desarrollo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Anímate a comentar lo que se te ocurra.